¿Por qué nos encanta el olor a café? ¿Por qué no podemos pasar por alto ese delicioso aroma que nos envuelve y cautiva?
El café es la bebida que nos despierta en las mañanas, nos ayuda a mantenernos “funcionando” todo el día y enmarca esos momentos de inspiración, reflexión, conexión y relajación.
Pero, es la experiencia sensorial que nos brinda mucho antes de llevarlo a nuestra boca lo que hace que nuestro cerebro anhele los beneficios que trae consigo.
Si quieres disfrutar de la exquisita experiencia del café, visita nuestro directorio para encontrar los mejores lugares.
La experiencia comienza con el aroma
Una de las cualidades más importantes de un buen café es su complejo aroma, una colección de compuestos químicos que se desarrollan durante el proceso de tueste.
Gracias a nuestro sistema olfativo, podemos captar dichos compuestos y procesarlos en nuestro sistema límbico o “cerebro emocional”. Es en esta región donde las emociones comparten circuitos o “rutas” con la memoria.
Por esta razón, el sistema límbico es indispensable para consolidar la información que se relaciona con la memoria olfativa.
El papel de la memoria olfativa en nuestras vidas
La memoria olfativa se considera el tipo de memoria más primario y se conecta con nuestras emociones.
El sentido del olfato es el que más recuerdos nos provoca. Los olores grabados en nuestro cerebro tienen más impacto en la memoria que aquello que percibimos a través de la vista.
Investigadores lograron establecer que el cerebro define los olores mediante un “abecedario” de receptores que, al usarse varias veces, crean una respuesta olfativa específica en el cerebro, al igual que usamos letras para crear una palabra.
Cada persona cuenta con un “archivo personal” de olores recopilados desde su nacimiento. Al percibir un olor en particular, vendrá a la memoria todo lo que sabe sobre el mismo. El contexto emocional en el que se percibe por primera vez un olor determinará las respuestas futuras, es decir, si resultan agradables o no.
¿Qué efectos tiene el olor a café?
Nuestra memoria olfativa es la responsable de provocarnos diferentes sensaciones al percibir el aroma del grano recién molido y colado. Entre los efectos que causa en nosotros podemos mencionar que:
1. Evoca las memorias más profundas
Cuando huelo el aroma del café, huelo a familia, huelo a una buena conversación mañanera con mi abuela mientras desayunamos.
El agradable olor trae a memoria esos recuerdos que se escapan con el ajetreo de la vida. Brindando esa sensación cálida y agradable que revive en nosotros un sentido de pertenencia y bienestar.
2. Influye en tu estado de ánimo
¿Alguna vez el olor a café te ha “sacado” de la cama?
Solo con percibirlo, nuestro cerebro anticipa la energía y estímulo que brinda la cafeína. Esto hace que produzcamos dopamina, un neurotransmisor vinculado a los sistemas de recompensa, que también tiene implicaciones en áreas como la motivación, coordinación de movimientos, toma de decisiones, aprendizaje, emociones y la afectividad. Provocando, así, que nuestro humor mejore y se despierte en nosotros una grata sensación de placer. Porque, como dijo la escritora S.A. Twaks: “¿No es el olor a café el mejor despertador?”
3. Mejora procesos cognitivos
Disfrutar solamente del aroma podría traducirse en una sensación de mayor concentración y determinación. Estudios sugieren que el olor a café produce una especie de efecto placebo en la mente que ayuda a optimizar los niveles de atención y la capacidad de analizar y resolver problemas.
Conclusión
En este mundo tan ajetreado, recuerda tomar el tiempo para disfrutar del aroma y el gusto de un buen café. Hazte consciente de lo que te hace recordar y procura que su aroma capture cada momento importante de tu vida.
Continúa aprendiendo más de la experiencia del café con Coffee Tour Puerto Rico para que puedas disfrutarla en su totalidad, y no olvides explorar nuestro directorio.