¿Cómo puedo yo salvar el café?, es una pregunta que puede venir a la mente cuando escuchamos hablar de las dificultades que enfrenta la industria.
Sabemos que el cambio climático ha modificado las reglas del juego de la siembra y cosecha, pero nuestros agricultores no se dan por vencidos.
A pesar de que Puerto Rico no cultiva al nivel de los principales productores de café del mundo, como Brasil o Vietnam, esta actividad se ha convertido en parte fundamental de nuestra cultura y economía local.
Te invitamos a descubrir dónde estamos parados como productores y qué puedes hacer para evitar que nuestro café boricua desaparezca del mercado.
Puedes comenzar visitando tu Coffee Shop más cercano.
Estado actual
En la década de 1990, la producción local era de 280,000 quintales. Esta cifra ha bajado significativamente, siendo la producción del 2020 de tan solo 28,943 quintales.
Esto representa una reducción de 72.4% de la producción local.
A su vez, la importaciones de café aumentaron de 9,378 quintales en 1990 a 324,944 quintales para el 2020.
Una de los factores que más afecta a la industria son los huracanes.
En 2017, el Censo Agrícola registró unas 2,292 fincas cafetaleras en producción. Con el paso del huracán María, se perdió un 90% de los cafetos aproximadamente.
En 2022, se registró la primera cosecha luego de María, sin embargo, la lluvia causada por el huracán Fiona nuevamente daño un 80% de los cafetos.
Hay urgencia
La situación precaria por la que atraviesan los caficultores y torrefactores, entre otros, los ha movido a hacer un llamado de consciencia tanto al gobierno como al pueblo.
Muchos opinan que la industria se encuentra en una encrucijada y enfatizaron que si no hacemos algo por respaldar el producto local, la participación actual del café puertorriqueño en el mercado (20%) puede desplomarse hasta desaparecer en los próximos diez años.
A pesar de los esfuerzos por levantar la industria, muchos torrefactores no están comprando el café local porque es más barato trabajar con el café importado de México.
Puede que bajar los costos de producción puedan parecer una prioridad a corto plazo, pero todos sabemos que: “Lo barato sale caro.”
Si damos prioridad al producto importado y desaparece nuestro café, eventualmente su precio aumentará considerablemente, ya que, sin competencia, la importación ganaría un monopolio sobre el mercado.
Incentivos Gubernamentales para fortalecer la industria
Con miras a salvar el café boricua, el gobierno creó el Programa de Incentivos Agrícolas Regionales, con el que asignó de cerca de 2.5 millones de dólares para cultivar unas 1,700 cuerdas de terreno con árboles de café.
Su principal objetivo es garantizar el consumo del café y fortalecer la maltrecha industria mejorando la productividad, las cosechas y la comercialización del producto.
La meta actual es llegar a la producción de 100,000 quintales para el año 2026.
Basado en esto, se incentivó la poda de árboles y se ofrecieron vales para la compra de fertilizantes.
De igual manera, con el Programa de Resiembra y Siembras Ordenadas de Café, el gobierno
buscará mantener una producción estable del producto con la aportación aproximada de un 67% del precio de compra de cada árbol de café.
También está la Orden Administrativa 2022-19, que establece que todo torrefactor que quiera comprar café importado, deberá comprar el 20% del producto local.
Está en tus manos salvar el café
Estos son solamente algunos esfuerzos por levantar el pulso de nuestra industria cafetalera.
Sin embargo, el poder real de cambio está en tus manos. ¡Tú puedes salvar el café!
Por mucho que digamos que no podemos vivir sin nuestro amado café, si no ponemos nuestro granito de arena, o de harina de café, en este asunto, lo perderemos para siempre.
Es importante que hagas escuchar tu voz, pidiendo café 100% puertorriqueño.
Durante los últimos años, Puerto Rico se ha destacado como productor de café de especialidad de alta calidad. Así que tenemos derecho a obtener lo mejor y no sólo lo barato.
El café importado sólo debe ser una opción si la oferta no logra cubrir la demanda, pero no debe ser la prioridad si se produce suficiente.
Mientras exijamos un café de calidad, cultivado en nuestra isla, estaremos haciendo peso en la balanza de la industria.
Dejándoles saber que nuestro paladar solo será complacido con el café del patio, simplemente porque sabemos valorar lo nuestro y es el mejor.
Conclusión
La industria del café es un negocio, y como tal, tanto el gobierno como los inversionistas tendrán su vista puesta en lo que es rentable.
¿Qué más rentable que el café? ¡Casi todos lo beben!, pensaremos muchos.
Sin embargo, lo que lo hace que la rueda gire en este negocio es la demanda, es decir, los clientes como tú.
¿No sabes por dónde comenzar? Puedes disfrutar del café puertorriqueño en los mejores Coffee Shops de Puerto Rico, encuéntralos en nuestro directorio.
Y si tienes algo más de tiempo, aventúrate a recorrer La Ruta del Café.
¡Ayúdanos a salvar el café!